Tras anunciar que suspenden temporalmente las actividades de campaña, el Consejo Político Nacional de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC,  expresó su voz de solidaridad con los partidos y candidatos que han sufrido algún tipo de obstrucción o amenaza en desarrollo de la campaña, "lo cual rechazamos vehementemente. Colombia no puede convertirse en un estado fallido electoralmente, por culpa de los enemigos de la paz".

Para la Farc existe "un plan coordinado, dirigido a impedir la participación política de un partido legalmente constituido, luego del acuerdo de paz que puso fin a un conflicto armado de más de medio siglo y que se originó, precisamente, en la intolerancia y la exclusión política, mezclada con la violencia partidista".

Esto, según la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, "los sucesivos ataques realizados contra la campaña electoral de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC, en los departamentos del Quindío, Caquetá y Valle del Cauca, que ya cobran los primeros heridos y contusos, entre ellos dos menores, además de daños materiales a vehículos y una sede sindical".

Denunciaron  amenazas, señalamientos y toma de fotos a las casas de militantes de FAR. Para la Farc, "abundan los mensajes de texto en las redes sociales incitando a la violencia, e imágenes en las que se pueden identificar claramente los responsables de estos hechos delictivos, entre los que se encuentran algunos líderes regionales del partido Centro Democrático, además de conocidos provocadores profesionales como el señor Gustavo Muñoz, todo en medio de una impunidad sorprendente".

Informaron que el día 6 de febrero del año en curso en la vereda Puerto Guamo del municipio de Montecristo en el departamento de Bolívar, a las 11 de la noche, fue asesinado Kevin Andrés Lugo Jaramillo, quien era conocido como, Julián Morales, integrante de la FARC; al parecer por guerrilleros del Frente Guillermo Ariza del Ejército de Liberación Nacional, ELN.

Finalmente, convocaron a todos los partidos y movimientos políticos, sin excepciones, a pronunciarse rechazando este tipo de provocaciones.